26/8/11

Ensayan virus terapéuticos contra el mal de Parkinson *

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Ensayan virus terapéuticos contra el mal de Parkinson

La enfermedad afecta al 1% de la población mayor a 55 años.

Científicos de la Universidad de Chile están desarrollando una nueva estrategia terapéutica para combatir el Parkinson, enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 4 millones de personas en el mundo, y que aún no tiene cura.

Se trata de una terapia localizada en el cerebro, aplicada mediante la inyección de pequeños virus que transportan un gen terapéutico específico hasta las neuronas afectadas.

Las investigaciones, realizadas con apoyo de la Michael J Fox Foundation for Parkinson´s  Research y la compañía Genzyme, son lideradas por el Dr. Claudio Hetz, del Centro de Estudios Moleculares de la Célula (CEMC)  y las investigadoras Pamela Valdés, candidato a Doctor en Ciencias, y Gabriela Mercado, Dra. en Microbiología.

Utilizando ratones como modelo de estudio, los científicos han observado que mediante la inyección de un elemento llamado XBP1, las neuronas afectadas quedan protegidas de la enfermedad, ya que se reestablece el equilibrio en su interior, “proceso fundamental para la salud de las neuronas”, explica el Dr. Hetz.


Enfermedad progresiva  y sin cura

El mal de Parkinson, que afecta a aproximadamente al 1% de la población mayor de 55 años, es la segunda enfermedad neurodegenerativa de mayor incidencia en la población, después del Alzheimer.

Se produce de forma espontánea o bien, en el 10% de los casos, por alteraciones genéticas, como sucede con el actor Michael J Fox.

Sin embargo, el deterioro es progresivo en todos los pacientes, debido a la destrucción de las neuronas dopaminérgicas, encargadas del control de los movimientos voluntarios.

“En un comienzo, la enfermedad se manifiesta con problemas para dormir, pérdida del olfato, y luego viene una etapa en que se dañan las habilidades motoras, y las personas empiezan a temblar cuando están en reposo. Esta enfermedad va degenerando con los años, hasta afectar a todo el cuerpo. Con ello, los pacientes quedan prácticamente inhabilitados para moverse de forma coordinada: se caen, no puede comer ni tragar, y presentan dificultad para hablar”, explica Gabriela Mercado.

Sin embargo, las capacidades cognitivas no suelen perderse, salvo en ciertos casos más agresivos de la enfermedad. Junto a la dificultad de convivir con la patología, los tratamientos actuales no suelen ser efectivos para todos los pacientes.

Según comenta Pamela Valdés, lo que se hace a nivel médico es administrar fármacos que “emulan el neurotransmisor que está fallando, en este caso, la Dopamina, producida en el sistema nervioso.

Sin embargo, aunque se ha utilizado desde hace muchos años, se ha visto que no detiene el daño progresivo de las neuronas”.  Más bien, se trata de un tratamiento paliativo, de acuerdo a los expertos, porque la entrega artificial de este neurotransmisor, no detiene el proceso patológico.

“Los pacientes que responden a este farmaco se siente muy bien al comienzo, controlan sus movimientos, pero drásticamente se vuelve a agravar, recae, hasta que después no responde al fármaco. Si la persona lleva enferma de diez a cuarenta años, la respuesta efectiva a estos análogos de dopamina no dura más de dos o tres años”, explica Gabriela Mercado.


Virus terapéuticos

Suena extraño pero es efectivo. La estrategia de aplicar virus terapéuticos se está utilizando en otras investigaciones a nivel mundial. No obstante, para llegar a su correcta aplicación, existe un largo camino de estudios y conocimientos que deben ser probados.

Desde hace tres años que en el laboratorio de Estrés Celular del CEMC se indaga en la comprensión de la falla molecular que genera la enfermedad de Parkinson, y como esto conduce a la muerte de las neuronas dopaminérgicas.

Esto, como antesala a un  nuevo blanco terapéutico. Según comenta el Dr. Hetz, en distintos modelos se ha descubierto que hay alteraciones en una proteína. importante “Una de las alteraciones  más conocidas lleva a a acumulación de la proteína a-sinucleína, que se vuelve tóxica para la neurona. Y esto sucede tanto en el Parkinson que tiene origen familiar, como en el que se genera de forma esporádica”.

Así, tal como ocurre en otras enfermedades neurodegenerativas, el problema del atochamiento del sistema de control de la calidad de las proteínas, provocando un deterioro neuronal, que en el caso del Parkinson, termina por afectar la producción de dopamina.

Con esos antecedentes, los investigadores están trabajando directamente en ratones. “En este momento manejamos un  modelo experimental de Parkinson, en el cual, afectamos selectivamente el funcionamiento de las neuronas dopaminérgicas.

De esta forma, emulamos el Parkinson experimental. Pero previamente a enfermar al ratón, lo que hacemos es inyectar unos virus especiales modificados con técnicas de ingeniería genética para ser inofensivo, los que utilizamos como vector o vehículo para entregar un gen terapéutico especificamente a las neuronas afectadas.

Este virus transportador de la terapia, que se inyecta directamente en el cerebro en la zona afectada, ya ha demostrado que puede tener efectos protectores, de acuerdo a Claudio Hetz. El mismo científico explica que el factor que se utiliza, llamado XBP1, “es fundamental para mejorar la salud de las neuronas ya que éste es un regulador que modula muchos procesos vitales para la éstas” promoviendo el equilibrio de las proteinas.

De acuerdo a lo observado, los científicos consideran que la terapia local, resulta ser efectiva. Por un lado, protegiendo el área afectada, y además, porque se trata de una herramienta muy poco invasiva para el cuerpo. El tamaño de los virus es muy pequeño y su función localizada distribuye el gen solo donde se requiere.

Por otro lado, como se trata de neuronas, el efecto terapéutico no se diluye, sino que permanece al interior de la neurona, en su “memoria”.  Esto mismo, implica otra gran ventaja: la terapia se aplica una sola vez. “Ésa es una de las gracias de las neuronas. Como éstas no se dividen, permanecen con la  información durante toda su vida”, señala Pamela Valdés.
 

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