20/5/17

La lupa en el Párkinson [20-5-17]


La lupa en el Párkinson

Temblores, pérdida de equilibrio y lentitud en el movimiento. Estas son solo algunas de los problemas con los que deben convivir las personas que sufren la enfermedad de Parkinson, que padecen al menos 7.000 personas en Uruguay y 10 millones en el mundo.

Para entender mejor por qué el organismo provoca este inconveniente, un equipo integrado por científicos de una universidad española y otra estadounidense llevará a cabo la primera investigación mundial que busca comprenderla a través de los ojos. Como a menudo las personas que tienen esta enfermedad sufren problemas visuales, esta investigación ayudará a saber si la retina puede ser una prueba biológica para diagnosticar el párkinson. Al mismo tiempo, en un futuro, gracias a esta investigación, se podrá tener más certezas sobre cómo evoluciona un paciente con parkinson y cómo se puede tratarla. Por ahora, no hay una cura que permita erradicarla de manera efectiva. La investigación contará con el apoyo de la fundación del actor Michael J. Fox, el actor de Volver al futuro, quien donará 120.000 dólares para seguir ayudando a comprender una afección que produce consecuencias en el paciente y su familia.

Los síntomas empeoran con el paso del tiempo". Así describe la Fundación de la Enfermedad del Parkinson de Estados Unidos a esta patología, que en el mundo afecta a 10 millones de personas.

Con el objetivo de mejorar su diagnóstico y comprensión, un grupo de científicos puso en marcha el primer estudio a nivel mundial utilizando retinas humanas.

El principal investigador del proyecto, que empezó en febrero de 2015, es el doctor Nicolás Cuenca, coordinador del grupo de investigación del Sistema Visual de Neurobiología y Terapia de las Enfermedades Neurodegenerativas de la Universidad de Alicante, de España, en colaboración con el doctor Thomas Beach, del Instituto de Investigación de Salud Banner Sun, de Sun City, Arizona (EE.UU.).

Los dos comenzaron su colaboración en 2014 y publicaron un documento que muestra, por primera vez, que los cambios moleculares característicos de la proteína conocida como alfa-sinucleína se hallan en la retina de los pacientes con parkinson.

Este primer trabajo conjunto de estos dos científicos llevó al proyecto actual, que comportará un estudio completo anatómico y bioquímico, y que será financiado por la Fundación Michael J. Fox.



Cómo se hará.


El estudio se llevará a cabo con retinas de pacientes con párkinson fallecidos, donadas por el Instituto de Investigación de la Salud Banner Sun, un centro dedicado al estudio de esta patología y a la enfermedad de Alzheimer, también financiado por la Fundación de Fox.

Cuenca destacó que la retina supone un modelo muy adecuado para analizar el funcionamiento del cerebro, ya que se trata de una prolongación de este órgano y forma parte del sistema nervioso central.

Esta enfermedad se produce por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas del cerebro, las cuales liberan dopamina, un neurotransmisor que es clave para la función motora.

A medida que estas células mueren, aparecen los síntomas motores del párkinson, siendo los más comunes la ralentización de movimientos y los temblores en las manos.

Cuenca, que estudia la retina desde 1984, señaló que las células dopaminérgicas se encuentran asimismo en la retina y que las personas con parkinson a menudo experimentan trastornos visuales.

En la actualidad no hay ningún biomarcador (pruebas biológicas) que permita la detección precoz de esta enfermedad, indicó el experto.

Sin embargo, el trabajo anterior realizado por el equipo de Cuenca establece una relación entre la alteración de las células de la retina y el párkinson, que, a su vez, analiza estudios efectuados con modelos preclínicos de la enfermedad de Parkinson.

El doctor Cuenca estuvo estudiando las células dopaminérgicas de la retina en los Estados Unidos durante dos años y ha escrito varias publicaciones sobre este tema.

Este amplio bagaje alentó al Instituto de Investigación de Salud Banner Sun a contactar con él y a presentar un proyecto sobre el párkinson con retinas humanas a la Fundación Michael J. Fox, que finalmente concedió una beca de 120.000 dólares durante un año para desarrollar dicho trabajo.

"Vamos a determinar si, de hecho, las personas con párkinson tienen alteraciones en la retina, si éstas pueden ser identificadas y si podrían o no ser utilizadas como un biomarcador o como una prueba diagnóstica complementaria para detectar esta enfermedad y establecer su evolución", apuntó Cuenca.

Para el científico, el estudio de la retina puede ayudar en un futuro a detectar la enfermedad de Parkinson, ver su evolución y evaluar si los tratamientos son eficaces. EFE

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